sábado, 5 de marzo de 2016

SEPTIEMBRE (A MI MADRE)



SEPTIEMBRE


Otra vez es septiembre una lágrima tras otra resbalan abrumadas en las paredes de la casona de la calle 24 Regina, tú siempre en tu jardín silente, tu mirada escarlata tu cuerpo espléndido de primavera caminas desnuda, soberbia entre luces y estrellas. Tu sonrisa de cielo se pierde en el universo de luciérnagas fugaces caminas en un fluir de vapores entre mesas y sillas rotas Tus dedos bordados con sueños de mariposas, Tejiendo con ellos un árbol de inmensos arcoiris demorando a tu paso … un regazo de girasoles. tu silueta se perfila en la distancia como un roble a quien la primavera engaño en aquel otoño agreste despojándote de tus hojas de lino, desprendiéndote tus sedosos cabellos esos que me acurrucaron con orgullo Maestra del verbo, hija intachable, tejes el presente con palabras de bronce premiada fuiste con siete lagos de oro Te quedaste cautiva en las estaciones, cuna de mis noches verdes mi guía entre angostas calles de hojas de cristal , templo de mis insomnios diurnos esperanza de mis octubres, argumento de mis días febriles crisantemos de mis versos ¡mi majestuosa diosa! calma de mis lamentos elixir de la vida cuando enfermo. Atada al tiempo de tus cabellos verdes, me veo ceñida al surco de lana fría con la que inventabas vestidos nuevos me besas con la flor de tus labios, serena… como el agua rebelde del invierno, seca y ausente, callada y rabiosa… desde la fragilidad de tu aliento. Espumosas nubes bañan tu corazón  mi cordón umbilical se aferra al tuyo, sentada sobre el reloj del olvido en ese septiembre de plenilunio me quedo asida al muro de tus pechos mas decides partir con aquel liviano equipaje vas trepada a las firmes alas del viento te llevas un suspiro, tu larga cabellera y mi  beso... 

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