viernes, 19 de julio de 2013

Mi canto por Loma Miranda


Todo el día a mi Dios elevo mi canto, 
con mi corazón contrito
henchido de amor por mi Patria
humildemente humillado
el que entono por una causa justa.


Que exploten a Loma Miranda?

NOOOOOO!!! ... eso me asusta!.


ABBA: ahora y por siempre hazte cargo,
TU nunca me has fallado
en ti confío mas que un tanto.

La naturaleza,
conjuntamente a todo lo creado
te pertenece,
no a unos cuantos seres sin alma:
sin amor a la belleza ecológica,
sin amor al agua vestida de sol
sin amor al aire decorado de paz
sin amor a la flora dormida en las montañas
sin amor a la fauna que defiende su entorno
sin amor a las aves que cantan conmigo
sin amor a los ojos de un niño
reflejado en sus rios
sin amor al canto trino
que nace en los cauces de la aurora.

Esos, quienes prefieren un par de monos
disponibles en sus bolsillos
para escoltar sus vidas,
don señor o doña alteza
todo a costa de destruir
nuestra natural riqueza.

Poco importa si a los depredadores
mi canto no gusta,
mas te oro y alabo por Loma Miranda,
una causa justa.

Detén esas malévolas manos!
Detén esos corazones enjaulados!

Y escucha el eco de mi clamor
escucha el eco de mi canto.

Que no le hagan daño,
que no la destruyan,
si, de solo pensarlo,
eso me asusta,
bien sabes que ya esta bueno
de tantos invasores vestidos de santos,
de esos traidores que desean que el agua se agote,
que la belleza de esta Loma se afee
y no alumbre mas el sol.

No olvides ABBA mi oración
no olvides  ABBA mi canto.

Si a la vida!
Si al agua!
Si a la existencia de Loma Miranda!.

Su explotación, JAMAS! ....

Nooooooooooooo ... Eso me asusta!

De: Máxima Hernández.
© Derechos Reservados de autor.

 
 

Ya no tejo


Ya no tejo cascabeles en las alas del viento, no me siento a esperar el equinoccio de la luna, ahora, pasiva intento llenar de trenzas las pestañas de otros ojos, los que peino a mi antojo, tras los míos reflejados, cual Afrodita vulnerable e insinuante, tejiendo mieles y de leches embriagada.

© Copyright  MÁXIMA HERNANDEZ

Como potra en celo


Como potra en celo espero mi presa, sin prisas ni devaneos, en un corral de perlas me sentaré silente, a contemplar el regreso eterno, que mi alma aguarda.

© Copyright  MAXIMA HERNANDEZ

Me desinhibo



Me desinhibo. Desato mis sentidos, vuelan como nunca, no yacen perdidos; mis brazos, todo lo abarcan emulando lazos; mi lengua, en lontananza, muda te alcanza. Me recargo de afectos y deseos selectos. Y junto a ti, conjurando anhelos, brindo por el despertar de un nuevo amanecer, mientras, mi flor espera replicas de un ardiente anochecer.
 

© Copyright MAXIMA HERNANDEZ  

Sola Intento



Sola
intento
morder
el umbral
donde
emergen
tus secuencias.

© Copyright MÁXIMA HERNANDEZ
 









Desde que la dejaras

 
 

Desde que la dejaras
luce lánguida
solitaria
 llena de ti.
Todos murmuran
hasta cuando ha de vivir así
triste, llorosa, sin alegrías que contar
sin nuevas historias y casi sin vida?
Ya no mira aquel reloj
hoy, acuna su pelo blanco
su mirada circula en el espacio,
se siente perdida
solo usa aquel vestido
que una vez le regalaras
los años la han visitado
así, como llega el ocaso
sin haberse percatado
nadie le hizo caso.
Y, cual ilusa enamorada
aun te espera en el lugar de siempre,
yace pendiente
a cambio de nada
y así se lo pasa
desde enero a diciembre
escribiendo y rompiendo sus cartas
cual mujer sin cárcel y acuartelada
transita sin chaleco de anti balas
revestida de profundas
y ondas penas
adolorida hasta los huesos
por un intenso amor decepcionada
necesitada de sus amigas abejas
las buscó entre las colmenas
así curar la amargura de sus días.
De repente
contempla el cosmos de un lado al otro
con aquellos inmensos ojos
destilando sangre coagulada
si, brotaron de su alma desolada
ha quedado llena de incertidumbres
de confusiones y enojos
mientras, sin ton ni son
entre llantos y dolor
se aferró a una palmera
abrazando otra quimera
desde que aquella noche
cubierta de inocentes estrellas
todas bellas
ante la luz de una muchedumbre
montado en un colonial coche
marcharas hacia la cumbre
frente a un teatro de primera
 en brazos de la otrora partieras
 
La luna entristeció
al contemplar aquella hazaña,
la miró, la tomó entre sus manos
sentóse a su lado y junto a ella lloró

Desde que la dejaras
entrega coplas al viento 
 entonadas tras efluvios
 de sagrados instrumentos
y cuenta las espinas
aun cautivas en su alma!
 
© Derechos Reservados Máxima Hernández.
10/9/2012.