1
Tocas el verde pardo
Cautivo en mi memoria
Descubres lagunas
Surcos vecinos
Hojas secas
Iniciadas con tu nombre.
Escojes entre el as
De tus añoranzas
Composiciones marchitas
Dormidas bajo el ocaso
Que besa mis mejillas.
(Maxima Hernandez).
2
Un adiós latente aletea mi sangre.
Adiós voraz, come carne, huesos, tal vez!.
Un adiós pronunciado abate mis días desde la otrora.
Impetuoso adiós. Sin precedentes ni marcas ocasionales.
Tan solo un adiós, sin retorno!.
(Maxima Hernandez).
3
Piel cortada
Dorada prenda
Tierra fértil
Amansa latidos
Pugnas delirios
Insospechadas
Angustias sutiles
Luchas incesantes
Vértices perdidos
Veleros lacrimales
Pechos diluidos
Armadura vacía
Castigos lujuriosos
Soledad atrapada
Escalones olvidados.
(Maxima Hernandez)
4
Dedos que truenan entre árboles ardidos
Cenizas olvidadas
Tu nombre y el mío.
(Maxima Hernandez).
5
Como un bolero
Asida a pasos
Lentos lentos
Reveses suelto
Reloj de arena
Benedictinos alientos
Camino destinos
Disuelvo condenas
Castigos destierros
Como un bolero
Lento lento!.
(Maxima Hernandez).
6
No toques nada
Tus manos arañan
El rocio
La flora
Deja al viento
Solapar anhelos
Minimizar ansias
Deja al viento
Resolver marañas.
(Maxima Hernandez).
7
Despierta la loba
Fiera mansa
Distante
Cautiva
Tras escombros
De dulces terrones.
Despierta ávida
Desposeída de invisibles velos
Ardiente carnívora
Cruel demoledora
Sonrisa de miel
Sobre sus labios
Modular respuesta
Contra lobos del tiempo.
(Maxima Hernandez).
8
Calla!
Acaso no notas
Como lloran los mares
Que emanan de mi alma?.
Calla!.
No transijas contra
Estas sábanas arrugadas
Sangrientas atormentadas
Que arrancan el todo
Que enjugan la nada.
Calla!.
Como calla la noche
Cuando es violada.
Calla!.
Solo calla!.
(Maxima Hernandez).
9
Tejo el llanto
Que alivia mis heridas
Con las puntas
De mis rotos dedos.
Sobre lienzos amarillos
Silvestres olvidados
Coloco cada una
De las lágrimas caídas
Una a una desbordan
Soledades quietas grietas.
Tejo el llanto
Que agota
Las paredes de mi estancia
Como tejo trenzas
En noches sombrías
Y desato en silencio
Al nacer el alba.
(Maxima Hernandez).
10
Nazco
Como cada
Puesta de sol
Abrazada
A la vida.
Vivo sorda ante
improntas hormigas
Alejada de sombras.
Vivo
Prendiendo Semillas
Amasando harina
Trillando nortes
Escalando mares
Besando cielos.
Vivo!.
(Maxima Hernandez).
11
Jaulas azucaradas?.
Que va!.
Jaulas de barros
Instintos cenagosos
Laberintos oscuros
Pecaminosas llaves
Crucificados deseos.
(Maxima Hernandez).
12
Miro. Que veo?.
La tierra partida En mil pedazos de hielo.
El sol vaciando
Escrutinios llamaradas
Bolsas de fuego
Descontrol fugaz
Arenas sonrientes
Colinas abiertas
Mares desiertos
Acertados cielos.
(Maxima Hernandez).
13
Sombríos e indelebles
Transitan lunas
Terribles pasos
Rebeldes auroras
Flamencas madrugadas.
(Maxima Hernandez).
14
Comiendo como
Madreselvas hinojos
Mirando miro
Mustias miradas
Clementes clemencias
Deseando deseos
Angustiosa angustia
Bailando bailo
Sobre volcánicas nubes
Erupto recuerdos.
(Maxima Hernandez).
15
Sombríos e indelebles
Transitan lunas
Terribles pasos
Rebeldes auroras
Flamencas madrugadas.
(Maxima Hernandez).
16
Resta olvidos
Torturas desconsuelos
Lontananzas viciadas.
Suma novedades
Verdes albricias
Bienvenidas esperanzas.
(Maxima Hernandez).
17
Espejos entrelíneas
Retrospectivas miradas
Quejas pulcras
Huellas dibujadas
Caleidoscopio reflejos
Muerte literal
Ascenso delirante.
(Maxima Hernandez).
18
Me ves
Te veo
Impronta silente
Parca vecina
Inmisericorde remedio
Sacude brisas
Aletea otros mares.
(Maxima Hernandez).
19
Casa siniestra
Caricias soberbias
Malditas sangrantes
Espermas orgasmos
Vuelos innegables
Colapos atrapados.
(Maxima Hernandez).
20
No me pueden arrancar el otoño
donde mi niñez se hizo adulta
y mi juventud anidara la primavera
ni me pueden desprender
del color de la tarde
que anuncie mi partida.
Solo el dueño del tiempo
puede indicar
que rastros tendrá el verano
quizás el invierno
que abrigue mis huesos.
(Máxima Hernández)
21
Tomo del cuello
esta tarde de otoño
que gime clemente
tras el mordisco
de unos dientes cristalinos.
(Máxima Hernández)
22
Hojas escritas a pulso brisa
llorosas se esconden
de aquel beso olvidado
que subyace escondido
tan pronto se sienta
la noche callada
junto a la diana
que desvela el sereno.
Hojas escritas a pulso brisa
nos delatan.
(Máxima Hernández)
23
Con que permiso tomas el almanaque
que plácido duerme
entre las fronteras de mis huellas
no cuentes mis otoños
déjame que vista
primavera
entre versos
y rimas.
(Máxima Hernández)!
24
Tócame de espaldas
todo insensato
alocado
tal vez!
regodea la falda que forza mis tobillos
da vida a la gruta
que me duerme niña
o lánzame a la hoguera
donde duermen las grietas de mi alma.
Tócame a ciegas
e inventa un cuento nuevo.
(Máxima Hernández)
25
Un pañuelo gris
se interpone en la penumbra
de aquella habitación
sombría
incorrupta.
(Máxima Hernández)
26
Espermas cantores
Visitan mi cama
Salvajes musitan
Incorruptos deseos
Pelea infernal
Matices ardientes
Delirantes lunas
Desgarrantes copas
Sombras que
impavidas sienten
El escalofriante
Nectar
Bajo las trampas
Que traen mis sabanas.
(Maxima Hernandez).
27 La felicidad camina enlazada a nuestras áureas, atrapa nuestras emociones entre los dientes, va saltando en nuestras sienes, pico a pico nos eleva, viene a ratos altisonante, va tras curvas sonrientes, libera un eclipse alegórico en nuestros pechos, detiene los surcos de cada pómulo, se aprende el verso de nuestros secretos, se aferra al crujir de los días, entona el fluir de pasiones, confunde al malvado, vence al caído, juega a verdad o mentira. La felicidad pisa descalza lo impredecible". (Maxima Hernandez).
28 Supe que aun suspiras por aquel ramo de besos, en cual luna de abril, una fugaz estrella arrojara sobre tu almohada, ramillete de intensos colores, cómplice de dos corazones que sin escrúpulos estrujaras frente a otras sábanas mojadas. Supe que aun suspiras. Mas, hoy por hoy, de aquella jardinera, no queda, nada. Derechos Reservados: Maxima Hernandez.
29 Despierto, con ojos cerrados, mas, no mira el sol naciente, no escucha la voz del viento, se pierde entre el sur o el norte, no vela la luz del alba. vuela!. vuela tras el este u oeste, el rastro de un amor desenfrenado. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
30 Estoy de viajes, me veo sola, nadie viene conmigo; ahora me encuentro en un espacio algo sideral, tal vez neutral, quizás es homogéneo, que se yo, en el que estoy y no estoy, en el que yo misma no logro identificar, no miro luces encendidas, todo es oscuro o es rojo, no se, por momentos es gris, de repente resplandece, otras veces se esparce, luego se apaga; no puedo apreciar si la piel se agrieta o si tal vez, los surcos la bendicen; no se que hago aquí, para que habré realizado esta parada en este lugar, en verdad, no se; ignoro si ha nacido el alba o si duerme el ocaso, si tirita entre mis sienes cualquier estrella fugaz, o si a lo mejor la luna cambió de color; si cupido anda cerca, si esta suelto o habita entre rejas; ya no se de que están edificados los corazones humanos; siento perder la noción de las cosas terrenales, del tiempo, de todo y de nada; olvidé si las plantas reciben su clorofila; ya no escucho los ladridos de mis perritos, fieles compañeros de todos los tiempos; que no extraño nada material; ignoro si he sido una madre ejemplar, si he inculcado valores apropiados; no se si tengo amigos, amigas. Solo se que soy vulnerable al dolor. Que alguien superior a mi me esta protegiendo, de que, de quien o quienes, tampoco lo se, pero escucho sus susurros, suenan dóciles a mis oídos. Sin embargo, en ese limbo en el cual me encuentro, existe otro yo, si, y me dice, que mi madre habita entre los atrios del Altísimo, que tengo varios hermanos, seis a los que adoro, que soy divorciada, madre, si, madre!, que cuatro hijos me esperan, y que ese Ser Superior me ama y me reintegra hacia ellos, que aquel viaje ha concluido, que ha vuelto la luz, retorno a la vida. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
31 El mundo esta en otro vértice, ha cambiado la verdad, las formas de las cosas y mientras, mastico el matiz de la aurora, he perdido el olfato del aire, trago a sorbos un pedazo de tierra, esculpo esta piel con las olas del mar. Solo así lo percibo!. Derechos Reservados: Maxima Hernandez.
32 Fabrico sueños desde mi almohada, con finos pinceles, colores abstractos, tras lienzos pulcros calco ilusiones, cuanto anhelo, la cuna que habita en mis adentros, las noches que confunden mi ojo izquierdo, la llegada de duendes al borde de mis sábanas, pinto besos osados bajo tu ombligo, calco espectros entre tus bermudas, cangrejos que vuelan sobre mis fuentes y un horizonte ardiente entre estos pechos. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
33 «La nostalgia es como un puente, en el cual, de no saber cruzarlo, conduce a sus transeúntes hacia el abismo». Máxima Hernández.
34 El "yo": Es el irrefutable enemigo de UNO mismo. Maxima Hernandez.
35 Intenso sueño me abraza, tras el umbral de mi destino, cual quimera embrujada, cual música en lontananza, extasiada, acomodada, escucho gorjear el alba, ay, como gorjea!, si, quieta gorjea los quejidos del viento, los absurdos del tiempo, los simientes del cuerpo, gorjea sonora, entre verso a verso, exige a mis sentidos no des un paso atrás, es este tu camino!. Estupefacta quedé tras aquel encantamiento, mi cabellera de seda se encaminó hacia ellos mis pupilas dilatadas bailaron con recelo intentando descifrar los delirios de este ensueño. Mi destino, el alba, el viento y mis versos logran ponerse de acuerdo, mientras, en la otrora, al unísono musitan, uno y miles secretos. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
36 Hoy que duerme tu mirar y se esparce tu silueta tras el azul, verde mar, se levanta el caído cadenas al suelo, despierta la vida!. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
37 Vestida de sol, escondida tras la luna, entre tus retinas, se encuentra la aurora adherida a tus pies, cual digna diosa, angelical, sometida!. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
38 Un te quiero acompañado de caricias, repica un ruiseñor asomado a mi ventana. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
39 Se acerca la llegada del ángel, ue silente trae consigo el aviso de una visita, que en su equipaje nos convoca a imitar a Jesús Vivo, cuál pequeño inocente, sin prendas finas ni oropeles, sólo espera le brindemos nuestras almas puras, blancas como la nieve, con ritmo cadencioso, revestidas de perdón y ataviadas de alegrías. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
40 Trinan tus labios melodías copiosas, enarbolan esencias e inmunes misterios y entre soslayos reclaman clemencias. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
41 "No interrumpas el ritmo de tu felicidad tomando caminos erróneos". Derechos Reservados: Máxima Hernández.
42 "No esperes a que alguien te ayude a ser feliz, porque la felicidad depende de quien la invente". Derechos Reservados: Máxima Hernández.
43 A ti, que te empeñas en opacar la aurora, que haces daño al sol, a quien te hizo bien, que pasas sonriendo tras tus pasos, que vistes de burlas tu verbo, que adornas con múltiples injusticias la mano amiga, tu ayer, tu presente, hoy te digo, conozco de la existencia de un ser Supremo, Poderoso, dueño del principio y el final del ocaso, mayor que tu, mayor que yo, amigo de los amigos, hermano de los hermanos, sencillo, quien de trapos vistió su humildad, hasta el pan de la boca se desprendió para dar sustento a tu vivir, El, quien todo lo ve pacientemente, sin afanes ni presiones, mas, teje entre sus pestañas el aliento de tu aura endiosada, y entre lunas apagadas domará tu nido, haciendo fallecer tu orgullo vencido. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
44 Cuando el sol despierte, te habrás marchado llevando sobre tu cuello el pudor manchado,
el alma dividida en uno y mil pedazos. Y un jamás pegará al olvido el acento perdido entre mis labios. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
45 Ahora que las fuerzas se desvanecen, que las flores esparcen su polen entre las piernas de la tierra, que el mar sacude su ocio en las promesas del viento, retornas cabizbajo en busca de un puerto bañado de olvido. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
46 El amor es, una gruta mañosa. La sombra de un cupido atropellado por esencias vírgenes que ríe solo, cual orate encadenado que habita tras cunas coronadas de calvarios, que duerme en el aire, sin hoy ni antaño, que olvida el despertar del termitero, sin observar, quien llegó ultimo o quien llegó primero, que no anota las ausencias de la noche, no vislumbra la tibieza de la carne, no presume la gala del derroche, que anida feliz o a veces languidece escondido tras las dagas de dos almas, que unas veces se atasca, que otras veces crece y seca con pulcros lienzos las semblanzas que le donan el dolor y el desengaño. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
47 Se bañará de sangre, de ausencias y ansias, el crepúsculo que duerme, complacido, medio inerte tras el lomo de tus surcos. Derechos Reservados: Máxima Hernández.
48 Como duelen los labios, reflejos de ausencias, vestidos de arena, de viento y mar. Como duelen los labios que abrigan la tierra bañados de sangre, de dolor y hambre!
Derechos Reservados: Máxima Hernández.
49 Digas lo que digas, tu veneno no me mata, asi vagues tras mis pasos, no temo a tu sombra, porque hagas lo que hagas, no vas a lograr que me derrumbe y mucho menos que te imite. Contra todo eso y mas estoy vacunada con el mejor de los antídotos, por todo lo cual: VIVO Y SOY FELIZ! . (MAHZ). Derechos Reservados: Máxima Hernández.
50 En la viga de mi alma colgué cada linea de aquel libro gris de pesada lectura, cuyas comas, puntos y aparte se transformaron en un punto final. (En la viga de mi alma colgué cada linea de aquel libro gris de pesada lectura, cuyas comas, puntos y aparte rodaron entre mis dedos, y un punto final selló todo escrito). Maxima Hernandez.
51 Desfallezco sobre calzados descalzos, se agrietan mis uñas longevas, caen como perlas mis fornidos talones, se esfuman mis huellas. Cuelgo mis calzados. Maxima Hernandez.
52 Dos labios al borde de una copa rota. Quebrados labios, que impávidos deambulan, en busca del todo, detrás de la nada. Torrente sanguíneo, sello indeleble, vida que fluye, fogoso fulgor, rota copa. Maxima Hernandez.
53 Atrapada entre las cuerdas de mi lengua y en el silencio que ahoga mi paladar, muero. Maxima Hernandez.
54 Cobijada tras tu sombra no hay respiro. Habita la angustia. Se pierde la sombra. Muere el sosiego, huye el respiro. Maxima Hernandez.
55 Verduga nocturna que acunas su lecho, al precio de sangre cobraste tu azar, sobre la tierra ruedan tus páginas. Agua, arena y sal bordean tus pasos, nocturna verduga, qué vas a encontrar?. Maxima Hernandez.
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