viernes, 28 de marzo de 2014

Libra *M* Recitando... El poema "Siento celos" de Máxima Hernández


DUELE SU AUSENCIA
 
El dolor que nos produce la partida de un ser amado, no posee definición alguna, porque no la existe. Por mas que algunos quieran encasillarla en esto o aquello, no, que va?. Mas aun cuando nos vemos en la penosa realidad de ver partir a una Madre. Ser este maravilloso, que nos permite vivir cautivos en su esencia misma, y quien desde allí nos alimenta tras aquel cordón que nos liga a ellas por siempre, y a la vez, nos regala su ternura y sentimientos altamente indescriptibles, momentos estos, en los cuales surge una complicidad inigualable e incomparable con nada mas. Ese vacío no se supera con facilidad. Es una ausencia que duele en la piel, en el alma. Ese dolor, se mantiene verde, a veces creemos que no, sin embargo, nos damos cuenta de ello sin proponérnoslo, lo revivimos cada vez que vemos partir a otra madre, bajo distintos escenarios y de ese modo, observamos como trascienden y fluyen nuestros afectos guarnecidos. Afortunadamente existen mecanismos que nos ayudan poco a poco a alcanzar un poco de alivio. Por lo cual, orar y pedir Luz de lo Alto nos reconforta divinamente.
Hacen dieciocho años, sin mas ni mas, así como se evapora el oxigeno, como fluye el agua en manantiales, mares, ríos, riachuelos, cascadas y lagos, como se esparce el aire: sin despedida alguna, perdí a la mía, olvidarla, jamás, porque no puedo, ese sello indeleble que nos dona Dios, la vida misma, nos hizo, hace y seguirá haciendo Una. Percibo con frecuencia, su mirada de luz, su incondicional amor y apoyo, y aquella complicidad de mas que madre-hija: amigas-compañeras por siempre.  Mas, me vi obligada a decirle un hasta luego, con mi alma desgarrada, por cual espada de filo sangriento atravesándome cruelmente, dejándome desconsolada, presa, confundida, si, llena de incógnitas, parada allí frente a aquel frio suelo que tragara sus cimientos, dejándome huérfana de su cariño, sus mimos, sus..., confieso, que Yo no estaba lista para ese momento, obviamente, nadie lo esta, pero, todo fue tan rápido, un cerrar y abrir de ojos, si, un accidente cerebro vascular (ACV) la postró a la eternidad, domando su peregrinar habitual.  A Ella, Regina, mi entrañable Madre, es a quien debo lo que soy en su máxima expresión. Hoy, imito todas esas nobles y bellas enseñanzas que desde niña sembrara en mi alma, las cuales transmito a mis hijos, a mi padre, a mis hermanos, a mis nietos, a toda mi familia y a cada persona que amistosamente llega a mi vida. Estoy convencida, que de volver a nacer, la escogería nueva vez como mi Madre y así continuar nuestro binomio amoroso.  En cada luna la vivo, en cada estrella la observo. Estoy convencida de que el Altísimo la premió y continua premiándola con su gloria eterna. Desde entonces, la Luz Divina de mi Dios amado y el tiempo me han acompañado. Y desde aquí, un eco bajito, grita ahogado en cada sol una bendición especial de alma a alma. Amen.
Derechos Reservados: Máxima Hernández.

viernes, 7 de marzo de 2014

AMO EL AMOR, LA LIBERTAD Y LA VIDA!

No concibo la vida sin la existencia de Dios a mi lado. Como mujer-hija-hermana-madre-abuela-sobrina-tia-prima-amiga, ME DECLARO Y SOY UNA FERVIENTE CREYENTE. Poseedora de una fe inquebrantable desde años, muy perseverante, solidaria y altruista en todo cuanto soy. Firme en la Palabra, amor y bondad del Creador del Universo. Amo la lealtad y valoro a las personas por lo que son y no por lo que poseen materialmente, porque amo las mejores cosas que guarnecen en los corazones de los seres humanos.

Como ente que piensa y que ama con locura a sus semejantes, no dudo en expresarlo sin demora, pues considero que el amor hay que manifestarlo y expresarlo en vida, no cuando ya resulta imposible de realizarlo.

Cada dia que mi Creador me regala, intento ser la mejor madre que pueda existir, la mejor hija, hermana, abuela,  sobrina, mujer, prima, tia, y sobre todo: la mejor y mayor amiga posible. Soy en extremos muy autentica, por todo lo cual, amo la autenticidad en mis semejantes. No discrimino a nadie, porque como dice la Palabra, "el amor es de Dios y todo el que ama es amigo de Dios y conoce de Dios, porque Dios es amor".  Creo con firmeza en los compromisos. Igual, amo perdonar y pedir perdón, al hacerlo, mi alma se mantiene libre y limpia.

Como a cualquier otra persona, no he escapado a las confrontaciones ni a las trabas que nos juega la vida.  Sin embargo, cada dia me levanto con la mejor actitud para vencer las objeciones y riesgos del diario vivir. Trabajo con mucha disponibilidad de sol a sol.  Por todo lo cual, mi alma vive feliz y agradecida del Altísimo, por todo cuanto ha puesto y pone ante mis pies, que no tiene nada que ver con los bienes materiales.  Pues, no requiero de grandes cosas; ni materiales ni de lugares que puedan impedir o empañar mi felicidad. Con gran intensidad, amo los valores y los principios.

Soy oriunda de la cuna de una familia de nobles sentimientos, de almas blancas y puras, muy humana, sincera, buena, honesta, que llama a las cosas por su nombre, que llora cuando hay que llorar y que a la vez, es feliz.
  
No apelo a protagonismos, a veces vanos e inútiles, así como tampoco, a lo pueril del momento. Simplemente, me visualizo en retrospectiva, perspectiva y proyectiva y por ello, me confirmo y declaro VENCEDORA.

En mi paso por la vida, he alcanzado sendos peldaños, y los que aun me faltan, banderas enterradas en algunos cerros y picos. Tal vez, no sea el mejor ejemplo, pero tampoco soy un desecho cualquiera.

Profundizo con intensidad en mí misma para poder explicarme, para poder brindar a mis hijos lo mejor de mi y poder dar respuestas a esas incógnitas que dia a dia fecundan sus sentidos.

No temo a la muerte, porque en la Palabra de Dios nos indica "que polvo somos y al polvo volveremos",  así como también, nos expresa, "que quien cree en EL no ha de morir", entre otras cosas, claro.

No comparto las injusticias a ninguna escala, venga de donde venga. Así como tampoco, el flagelo delictivo que hoy por hoy mancha y lacera al hombre, a tantos hogares, en suma, al mundo. A nadie hago daño y reniego profundamente de la maldad.
Amo la libertad, el aire, el amor, la paz, la vida!.

Igualmente, disfruto tanto servir en bien de todo el que me necesite, y aun de aquel que pueda renegar de mi ayuda. Oro sin cesar cada dia por todos frente a cualquier circunstancia de sus respectivas vidas.

Me doy sin prisa, a mi paso. Hago una cosa a la vez. VIVO EL HOY, que es mi presente, como Dios manda, porque nadie sabe que ha de pasar mañana. Soy una hija mas que agradecida de mi Dios Divino y Trino.

Y, después de amar a Dios, amo a mis semejantes.  Disfruto con entusiasmo poder sembrar, dar y llevar palabras de aliento, actitudes positivas y de vida!
Derechos Reservados: MAXIMA HERNANDEZ.