sábado, 19 de abril de 2014

ACROSTICO: PARA MI BELLA Y AMADA PATRIA
"A MI REPUBLICA DOMINICANA"
 
Rica en palmeras, montañas, playas y ríos
Embellecida por sus innumerables paisajes 
Patria que amo con toda el alma 
Única en su clase 
Bendecida por Dios 
Libre como el viento 
Incomparable con ninguna otra 
Cuna de heroes y mártires
Añorada por quienes la abandonan 
 
 
Digna de honores
Ondeada habita por su propia Bandera 
Madre de nuestros ancestros 
Increíblemente hermosa! 
Nacer en ella es de gran orgullo 
Indiscutiblemente es ella: mi QUISQUEYA!
Con donaire la llevo por doquier
No la olvido
Amala tu también!...

30/01/2011...6:36 A. M...
Por  Maxima Hernández.

martes, 8 de abril de 2014

jueves, 3 de abril de 2014

Tus Años de Plata (a mi hijo José Ignacio)


Meses de larga espera, llenaban mi vida, te aguardaba en el más íntimo de mis silencios, llena de todas las ilusiones maternales. Una semana tras otra transcurrían, y yo, paciente esperaba tu llegada. Mientras, cuidaba de mis primeras y adorables prendas: tus hermanitas Magdeline y Jennifer, quienes junto conmigo te cuidaban y de besos llenaban mi vientre, donde vi...
vías cautivo y paso a paso te formabas. Jamás conocí de malestares ni nada parecido.
Recuerdo que la noche antes de tu nacimiento, eran alrededor de las 10:35 p.m., estaban tu padre y mi (hoy extinta) amada e inolvidable madre en casa cuando llegué de la universidad, a quienes luego de saludar, dejé sentados donde mismo aguardaban por mí, y pasé al baño, me duché y puse ropa cómoda para luego de cenar irme a la cama. Mami me observó con una mirada extraña, de esas, que solo el conocimiento descifra, y así, teñida con el saber de la voz de la experiencia, como si supiera que ya estabas por llegar, sonrió para sí, mas, yo, ensimismada por el cansancio de la ardua jornada, no lo entendía, que ojos benditos tenía mi madre!. Posteriormente, me senté en uno de los sofás de la sala, los mismos de hoy, solo que en ese entonces eran color de vino y un tapiz de pana, suspiré y les dije, tengo hambre, algo muy habitual contigo en mí, y les seguí comentando que me gustaría comer unos fritos amarillos con res frita, ambos se miraron, sonrieron, y muy diligente, tu abuelita se paró a prepararme aquello que comer deseaba, lo ingerí todo con tanto gusto, tomé jugo de avena con leche y limón, wao!, como olvidarlo!. Horas más tarde, ya todos dormíamos.
Era la madrugada del dia miércoles trece (13) de abril, desperté a orinar y me sentía algo rara, pasé a la habitación donde se encontraba mi madre, quien seguido se paró a asistirme y me pregunto: “¿qué te pasa?”, a lo que respondí, “nada”, ella, quien sabía lo que había observado la noche antes, seguido se incorporó, pasó al baño y luego despertó al padre de mis hijos, en silencio, le hizo saber que estaba de parto, llamamos al Doctor Andrés Rodríguez Quiñones, quien era el Gineco-Obstetra que me asistía, le respondí todo cuanto me preguntaba y me indicó que saliera hacia la clínica, que allí me aguardaría hasta que llegara, y así, juntos, tu abuelita, tu papi y yo, marchamos hacia el Centro Médico UCE en Santo Domingo, lugar donde fui ingresada. Contracciones inmensas se paseaban por mi vientre, y tu impaciente, desesperado, ay!, me diste tremenda patadita!, ansioso por salir de aquel espacio que ya te ajoraba, “respira profundo”, decía mi madre, y yo, en medio del dolor propio al proceso de parto, me abrazaba a ti y te hablaba de alma a alma, sé que me escuchabas, si!, me escuchabas!, como solo se escuchan en el silencio dos almas en una!.
Fui llevada a la sala de parto, me vistieron con una bata desechable de color verde, abierta por detrás, y me colocaron un gorro de igual color y estilo, me ayudaron a subir a aquella camilla fría cubierta de sabanas blancas, utensilios pulcros en todo el entorno, mi doctor arriba indicado, tu pediatra, la Dra. González, y todo el cuerpo de enfermeras ayudantes del lugar, un pujo tras otro estremecían mi cuerpo, miradas de espera por ti aguardaban, y yo, en medio de tanto dolor, a Dios clamaba!. Otra contracción me abrazaba, ya viene!, puja fuerte ahora!, anda!, puja!, grito el Doctor, es un varón, es un varón!, al unísono decían todos!, y llegaste tu mi amor!, para completar mi ciclo maternal, para seguir llenando mi vida de ilusiones y alegrías verdaderamente indescriptibles!, si, indescriptibles!, aun atado al lazo que nos unía, escuché el estruendo de tu llanto, grito este que acarició mis oídos, ummmmmm!, luego te colocaron sobre mi pecho para cortarlo, lloraste con más bríos, te acercaron a mi rostro, te besé, con cada beso sequé cada gotita salada que brotaban de tus pupilas, tu mirada asustadita, si, a besos aquieté tu llanto, tu tierna y dulce carita me cautivaron, me enamoraron, ay!, me llenaste de tanta ternura, sobrecogiste todo mi ser, y lloré contigo, pero de emoción, que momento tan mágico!, tan único!, tan mío y tuyo!, tan nuestro!, para mi inolvidable!, se estremeció todo mi ser!, se desvaneció todo, dominaste toda mi existencia!, me sometí a ti, a tu cuidado personalizado, y te acuné a mi pecho de madre a hijo!.
Hoy te celebro. Cuantas lunas y soles han pasado desde la madrugada de aquel miércoles 13 de abril. Anécdotas y vivencias innumerables. Te he visto crecer, llorar juntos, formarte como hombre, padre y profesionalmente. Sabes algo?, al igual que tus hermanitas, llenas mi vida de gran orgullo y satisfacciones.
Hoy, llegas a tus años de plata y cuán honrada me siento de poder compartirlo a tu lado. Doy infinitas gracias a Dios por ti, por tu vida. Que coseches muchos éxitos cada día, y Dios te siga bendiciendo por siempre.
Sabes hijo?, te amé desde que llegaste a mi vientre, te he amado entrañablemente en todos estos años y te amaré hasta que Dios y el aire suplan mis días. Siempre estaré a tu lado para todo sin condiciones!. Gracias por haberme elegido para ser tu madre, gracias por ser Tu, mi hijo! …Siempre seré tuya, siempre serás mío!, Te amo.
Tu madre.
5:33 A. M. / 13/4/2013